miércoles, 3 de septiembre de 2008

Un Buster Keaton literario



Dicen que es el pilar del humor en la literatura inglesa del último medio siglo. ‘La suerte de Jim’ (1953), de Kingsley Amis, afronta la tediosa vida académica en una universidad de provincias a través del hilarante Jim, y su autor, que tan bien la conocía, abrió un surco por el que han transitado con gran éxito comercial algunos de sus compatriotas. Desde la carcajada espontánea que provoca el ‘Wilt’ de Tom Sharpe hasta la sonrisa que despierta la irónica alegoría ‘Inglaterra, Inglaterra’, de Julian Barnes, la fórmula de la comedia aplicada a la trágica grisura de ciertas existencias ha identificado buena parte de la narrativa y el cine británico.

El progenitor de Martin Amis, reconocido novelista contemporáneo que anduvo siempre a la gresca con su padre, elige a un joven dubitativo que amanece de ayudante en una cátedra. Ante sí tiene una escalera hacia un puesto fijo cuyos peldaños están hechos de labores de negro para el catedrático, relaciones sociales con la familia de aquel para reforzar el vínculo, enfrentarse con alumnos más oportunistas que él, suplicar a las revistas especializadas la publicación de su trabajo, someterse a la corrección burguesa de un entorno cerrado, aceptar conferencias que no sabrá dar… Y por supuesto la fatalidad cotidiana se ceba con este ‘pobre hombre’ que sin embargo acaba resultando ganador tras un arresto de impredecible valentía.


Jim hace reír como Buster Keaton. A pesar de que es el entorno lo que provoca su situación, es sin embargo su insólita manera de afrontarla, desasistido del sentido común, lo que le hace cómplice al lector de su cómico destino.


Viernes
La suerte de Jim, de Kingsley Amis está editada en Editorial Destino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"labores de negro para el catedrático, enfrentarse con alumnos más oportunistas que él, suplicarla publicación de su trabajo, someterse a la corrección burguesa de un entorno cerrado, aceptar conferencias que no sabrá dar…" Me parece bien que te rias con ello, Viernes, sobre todo porque parece que te resulta cercano.